La vida en la granja

Con los primeros rayos de sol se abren las trampillas y a medida que las gallinas han puesto el huevo, abandonan los ponederos y salen al exterior a disfrutar de la mañana.

Nuestros granjeros llenan los comederos y bebederos, y comprueban que todas las gallinas están bien. La alimentación es muy importante y el pienso ha sido elaborado previamente por nuestros especialistas, teniendo en cuenta las necesidades de cada granja, como la edad de las gallinas y la variedad de huevos que se producen. (Naturelle y ViuBio tienen una alimentación especial).

Llega el veterinario y las primeras en ser visitadas son la pollitas más jóvenes, a las que se les realiza un control de su salud y del crecimiento. Después toca el turno de las hermanas mayores ya en edad de puesta, a las que se les realizan chequeos periódicos.

Mientras los granjeros se dedican a tareas de mantenimiento, las gallina gozan de un picnic, picoteando entre las piedras y hierbas, en nuestras amplias zonas de pasto. Así completan su dieta.

En las horas centrales del día las gallinas buscan el cobijo de los árboles, o entran en la nave a beber agua, refrescarse en las zonas climatizadas, o dormir la siesta.

Ya va pasando el sol y es el momento de volverse a activar, y las gallinas aprovechan para pasear, correr, saltar y seguir disfrutando del aire libre.

Ya va oscureciendo y las gallinas entran de nuevo en las naves para cenar y acostarse temprano porque por la mañana toca poner un delicioso huevo.

Los granjeros pasean alrededor de las naves para comprobar que todas las gallinas han vuelto correctamente y cierran las trampillas.

Durante todo el día en las instalaciones se han ido recogiendo, envasando, y clasificando los huevos que se han ido poniendo las gallinas. Nuestra flota de vehículos parte hacia los puntos de venta para que puedas disfrutar a la mañana siguiente de huevos lo más frescos posibles.